muchas cositas

Hoy hacía frío por la mañana, me fui bien cubierta y manejé lento a propósito; quería postergar mi entrada hasta el límite.  La alergia en los ojos regresó, así que tampoco me importó mucho mi apariencia.

Hoy fue un día de ligeros cambios, en general un buen día. En primera, porque por fin me pudo recibir el médico, y al contrario de lo que esperaba, me dio buenas noticias. Me dijo que no me preocupara, que ya no tomara medicamento porque no lo necesito.

También cambiaron las extensiones telefónicas de todo el hospital, y hasta me cambiaron el teléfono por uno más pequeño pero perfecto.  Con esos cambios, sentí el deseo de ¡por fin! mover mi escritorio como lo tienen mis compañeras del lado en el que ahora me encuentro.  Como recordarán, en agosto del año pasado, yo estaba del otro lado y me cambiaron, para que el nuevo jefe que viniera no me quitara el tiempo pidiéndome cosas que no me corresponden.  En aquel momento hice berrinche interno y como parte de mi protesta y fase de negación, en vez de seguir con la continuidad y orden de los muebles, di la contra, es decir, en vez de tener el archivero junto a la pared de vidrio, puse primero el escritorio y del otro lado el archivero.  Pero hoy después de 8 meses, lo supere, y se siente tan bien, como un diseño hergonòmico exclusivo para mi.

Llegué temprano a mi clase de alemán y me senté.  Veía como algunos mocositos entran sin saludar, se encierran en su mundo, y no platican con nadie.  Recordé que ya tengo 27 años y esos niños anden entre los 20 y 22.  ¿Será parte de la edad? Me sentí como mi padre, juzgando a muchachos por  no ser como el es (en este caso, como soy yo).

Hoy después de 5 años, regresé  a un gimnasio de verdad, con pesas pues, y fue algo muy espontáneo. Una compañera me dijo que iba a ese gimnasio, revisé mi cartera y traía casi completa la cuota mensual, pero me hacían falta 5 pesos, así que en la escuela, le pedí a mi novio que me prestara 5 pesos. Fue una decisión acertada.

Al llegar a casa,  el lugar dónde me estaciono se encontraba ocupado, asi que entré en pánico y vi si cabía en otro lugar, pero me di cuenta que posiblemente cabía entre los 2 carros que estorbaban "mi lugar". Apenas me acerqué y salió una señora de una casa y se fue en el carro que me bloqueaba.... Just in time. Al llegar moría de hambre y no podía creer con lo que me encontré, una deliciosa cena hecha por mi padre.

A VERY GOOD DAY.