4.10.2020

Coronavirus, blogging y mi papi.

Me parece un poco triste entrar a mi blog y ver que la última entrada fue hace 3 meses y medio. Me entristece porque es común que me encuentre una tarde o una mañana con una idea por expresar y no me doy el tiempo para hacerlo.  Tengo tantos sentimientos y falta de práctica que ya no se como plasmarlos.

Estamos en cuarentena por una pandemia y he terminado la tercera semana de trabajo desde casa.  Mis actividades han bajado drásticamente y lo agradezco porque tengo que cuidar a una bebé porque también han cerrado las guarderías, así me da tiempo de atenderla y pasar  más tiempo con ella.  Mi grado de stress bajó, pero no puedo evitar sentirme triste porque mi papá está solo pasando su cuarentena.  Él es una persona muy sociable así que la espera por volver a salir, lo está consumiendo.

Estos dos últimos años he visto como ha ido envejeciendo,  se queja de dolencias, está perdiendo la audición, se cansa más rápido, bla, bla, bla... Y en estos momentos soy como su mamá, me encargo de él con amor y preocupación.  Si desde mis veintes me daba pavor que sería de él cuando envejeciera y hasta hace poco unos meses, ahora ya no le tengo miedo al traerlo un día a vivir conmigo, que se que sucederá.

Mis amigos y exes, sabrán que siempre tuve daddy issues, un papá controlador que me decía cosas hirientes para desquitar su mal humor.  Y aunque tengo recuerdos miserables, he sabido perdonarlos y entender que una persona sana psicológicamente no se porta de esa manera.  Yo también estoy un poco loca, no es sorpresa, siempre a la defensiva  y con muchos límites imaginarios, no es fácil controlarlo pero trato de balancearlo con mis virtudes.

Yo solo sé que estoy dispuesta a cuidar a mi hijo papá porque lo amo.  Cuando vivía con él y era niña:

  • Me limpiaba los zapatos antes de entrar a algún lugar, su trabajo, visita, algún local.  Ya no es, pero mientras trabajó fue muy vanidoso y quería verme impecable.
  • Cuando él trabajaba en una farmacia por las tardes, le llamaba por teléfono  y le pedía que me llevara un chocolate 3 musketeers.
  • Llegaba en las noches y nos decía: "despiértense, les traje tacos", a veces eran hot dogs.
  • Le pidió al taquero que se ponía en la esquina de la primaria, que cuando yo llegara, me diera los tacos que yo quisiera, que él le pagaría cada viernes.
  • Se salía de su trabajo, caminaba una cuadra e iba a verme durante el recreo y me llevaba algo. A mi me daba vergüenza porque lo hacía muy seguido y me le escondía, pero me encontraba.  y cuando volteaba a verlo se que se moría de amor por mi.
  • Siempre me encargaba con mis compañeritos de todas las escuelas, "Ahí te la encargo, cuídala".
  • Me daba todos los días mucho dinero para gastar en la escuela.
  • Una vez de pequeñita, me encontró un dia tomando mi siesta pero vio que no podía respirar (cabe mencionar que tenía varios días quejándome que no podía respirar pero no me creían), en fin, ahí se dieron cuenta que tenía asma.   desde entonces hasta el último día que dormí ahí, iba a asegurarse que estuviera respirando.  Confieso que era super creepy despertar y verlo parado afuera de la habitación con la puerta entreabierta, sentía que el corazón se me salía del susto.
  • Cuando regresé a vivir con él después de haberme ido con mi mamá,  me planchaba el uniforme de la secundaria y me hacia todos los freaking días desayuno y comida.  primero todo tenía sabor a aceite de cocina y a quemadito, después fue aprendiendo, todo por amor.
  • Me siguió preparando el desayuno hasta que empecé a trabajar, porque le dije que ya no quería, que por favor parara, que a mi me gustaba desayunar solo cereal y licuados.   pero eso si, quería mi comidita lista para cuando yo llegara de trabajar.

Si de algo estoy segura es del amor que mi papá siente por mí, creo que hasta más que mi mami por mi, y se  también me quiere.  Yo quiero a mi papá, ayer, hoy y siempre.

Yo Amo a mi papá y lo extraño, quiero abrazarlo.  Quiero que pase este horrible virus y volver a verlo sano.