2.23.2014

Drei, Trois, treis, tres algo

Había una vez... durante los años de universidad, un muchacho enamorado de su mejor amiga "Sil".   Sil para desgracia de su amigo T, era casada (aunque a veces le correspondía).  Al tener ambos la oportunidad de irse de intercambio, la tomaron.  Cada uno tomo un camino diferente, Sil se marchó a Sudamérica y T a Europa.

Seis meses alejados uno del otro, ayudaron para aminorar ese amor. T conoció a una chica, que por casualidad tenía la misma procedencia. "Ella" había dejado  una relación en su país esperándola, pero no era impedimento para conocer a otras personas.  T  estaba dispuesto a satisfacerla hasta dónde ella lo permitiera, eran buenos amigos y se divertían, ¿Qué podía tener eso de malo?

Se cumplieron seis meses y T fue el primero en partir de Europa hacia su casa.   Cuando T se fue, con sincronía regresó otro de los affairs de Ella.  Ella pasó su última semana por completo con el hombre de piscis, por lo que no tuvo tiempo de extrañar a su "amigo" T.

T y Ella, ya de regreso a su ciudad natal y reincorporándose a sus vidas de siempre, se reencontraron. T le confesó a Ella que desde hace tiempo empezó a sentir algo más que amistad y deseo.  Ella le dijo que estaba equivocado y probablemente transfirió la nostalgia de la ciudad en la que vivió, a la persona con la que pasó sus últimos mejores momentos en Europa.. Ella.

Siete meses después ellos seguían siendo amigos y tras una crisis personal Ella, T se convirtió en su salvador, invitándola a un viaje escolar para que olvidara sus problemas.  A Ella no le importó que a este viaje también asistiría Sil, el primer amor de T.  Incluso le pareció divertido jugar con la mente de T.... vacaciones con 2 chicas que le encantan para él solo.

T sabia mucho de Ella, conocía sus tendencias y gustos en platillos, hombres... y mujeres.    Sil  era muy atractiva, tenía un par de....  bueno,  exudaba sensualidad con un toque de inocencia, igual que Ella. Tal vez ese era el patrón de T.

Mientras el viaje evolucionó T. sacaba lo peor de él, sus celos, rabietas y berrinches por querer hacer todo a su manera. Siendo así, Sil y Ella se llevaban cada día mejor, pero sin descuidar la competencia mutua por quién obtenía más la atención de T, lo curioso es que a ninguna de las dos le interesaba T.

T tenía una fantasía con esas dos mujeres, tenerlas a las dos para él solo.  T  sabía que ambas se atraían y cada día sentía más próximo el instante en el que la suerte lo cobijaría.

Pero no fue así;  pasó una semana y después de que los tres compartieron la habitación, Sil se fue sin que sucediera lo que tanto deseó.

T nunca supo que él salía sobrando y que cuando T se iba... Sil  y Ella se divertían.


Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

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