5.06.2013

Soy una princesa

Hoy celebramos mi cumpleaños y el de una compañera en la oficina.  Compartimos el pastel.  Desde hace semanas nos pusimos de acuerdo en el sabor que queríamos, por supuesto solicité con tono demandante que fuera de chocolate, y mi amiga accedió aunque no le encanta ese sabor.  También imploré que no fuera del Mercado de Pasteles, deseaba  uno empalagoso de la pastelería Suspiros o Tentaciones.

En la mañana otra compañera me hizo una caricatura en Facebook:

Oh sorpresa! cuando entro al cuartito de reuniones y veo un pastel con esa pinta característica lleno de merengue por fuera.  Lo primero que dije al entrar con tono acusador: "¿¡Es del mercado de pasteles!?", a lo que me respondió esa rubiecita de pelo ondulado que toca el piano, "Al fin y al cabo es pastel Gaby".
UUUUUy! como me cabreé, no quise fotos, y en las fotos que tomaron junto con la otra cumpleañera, salgo sacando la lengua y con cara de sangrona, volteando los ojos.

"Soy una princesa y aquí se hace lo que yo quiero.... not"

Fue un berrinche, lo sé, luego pedí disculpas a  la rubiecita que fue a comprarlo, qué bueno que me conoce y no se enojó conmigo, al contrario, se rió de mí. Me sentí como una spoiled bratt (mocosa consentida).

La lección es "Agradece lo que recibes", y la segunda lección: "No le regales a Gaby pastel del Mercado de Pasteles, los odia"

:D


1 comment:

Anonymous said...

que bueno que nunca he entrado a un mercado de pasteles :D hahaha!!

thanks 4 the tip