8.04.2012

Introspección cañona

Estos últimos días han sido difíciles, he estado trabajando mucho en mí para mejorar mi actitud hacia la vida, me he preguntando el porqué de mi forma de responder o el vago control de mis emociones y lo que pasó hoy me dio muchas respuestas.

Hoy mientras limpiaba, encontré entre los tiliches y cosas viejas una máquina de escribir eléctrica, con una pantalla, como si fuera una muy antigua computadora, con un drive para diskettes, aunque creo que exclusivamente para la máquina.

Recordé inmediatamente que aún guardo el diskette para la máquina y tenía una idea de lo que me podía encontrar, pasajes de mi vida entre los 13 y 15 años, la transición de vivir con mi madre y regresar a Mexicali a vivir con mi padre.  La limpié, encendí y metí la unidad de memoria, me di cuenta que las teclas no funcionaban muy bien, pero aún así encontré mi pasado y me sorprendí.

Sabía que encontraría el archivo de mi diario y mis 24 hojas de "poemas", pero también encontré archivos con dibujos de casas y su distribución espacial, como un plano arquitectónico, ¡Claro! Hecho por una niña de 13 o 14 años, pero eso no es lo raro si no como lo pude haber hecho en ese procesador de palabras.  También había un archivo llamado "dietas (jamás he hecho una)" y otro "magic spells" de cuando pasaba por fase de bruja wannabe.


Empecé a leer, no podía creer lo que leía, mi adolescencia grabada en un medio obsoleto. Días difíciles, muy difíciles, de confusión, dolor, resentimiento, ira y desesperanza, pero también amor.  Cartitas y poemas que hice la primera vez que me enamoré y posteriormente cartas de desamor.

Hace unos meses un amigo medio brujo, chamanoso y extraterrestre me dijo que yo guardaba resentimiento a mi madre, y le contesté que no, que para nada pero después de lo que leí pude ver que era cierto. No me explicaba como él pudo detectar eso en mis niveles energéticos (ah para palabritas domingueras o sabatinas), me extrañó que eso estuviera aún en mi sistema. Recordé que siempre me quejaba o envidiaba que mi madre tuviera una gran comunicación con mis primas y vecinitas, la facilidad con que les "sacaba la sopa" y les daba consejos de amor, sexualidad, y cualquier problema del típico adolescente. Deseaba que tuviera el mismo interés en mí, que me preguntara por mi rutina, si me gustaba alguien, en fin, nunca sucedió.

Aunque entre mi madre y yo nunca hubo ese lazo especial de confianza, la amo y me encanta pasar ratos con ella, comprendo que en esos momentos trabajaba todo el día para poder mantenerme y la verdad me educaron bien, porque si hubiera sido otra, quien sabe que habría sido de mí: No pedía permisos, si quería me iba en mi bicicleta a la calle, era muy independiente y creo que tomaba buenas decisiones a los 14 años.

Lo que no me gustó fue leer mis pensamientos tan pesimistas y llenos de tristeza, todos escritos en esa transición de cambio de hogar y mis primeros años con papá a solas,  como este que rima:

¿Podré soportar este sufrimiento?
Acompañado de pequeños momentos de felicidad
no creo poder darle un escarmiento
pero lograré verlo con claridad.

Sólo apariencias esa es tu faz
¡No lo conseguirás conmigo!
No hay ningún momento de paz,
sufro de tus peleas sin motivo.

Todo lo que siento es impotencia por no poder ser libre
y es que por esta tonta creencia ya he perdido mi lado sensible.

Me volveré dura si eso es lo que quieres
pero muy pronto sabrás lo que pierdes,
la única persona que te comprende,
algún día verás que desaparece.

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Ahí les va otro muy freaky:
¡Qué cruel criatura de la vida es tan mala como la madre creadora de la infelicidad!
Es loa justicia suspendida, un mundo regido por favores malignos.
¡Qué verdad tan falsa! Como decir que existen los ojos arrepentidos y miserables
de los captores de la esencia de existir.
¿Qué han hecho con la bondad, la alegría extinta? Como las creencias en deidades, quienes decidían nuestros destinos, siempre dirigidos a la paz, sin tristezas ni amarguras.

Es preciso volar con los brazos extendidos y alcanzar lo deseado, más nunca podremos amortiguar los dolores de la vida terrenal, pero si eliminar en cada paso lo innecesario.

El fracaso de la humanidad es perder la esperanza y cubrirse de frialdad.

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Otro muy EMO Shakespeariano a los 15 años
 Piedad imploro, aléjate soledad lo ruego,
¿Qué tan cruel sería existir y no tener luz ni camino?
La inmortalidad mi delirio, la vida mi castigo.
¡Qué alma tan benevolente la de mi Dios que juzga y perdona!
más no es mi destino seguir sus pasos porque no perdona 
el ser que habita en mi persona.

El suspiro de desgracia de este infierno quema mi llano amargo  
y hiere todas mis fibras atadas a una perpetua soledad.
No volveré a creer que por derramar lágrimas de despecho 
voy a poder olvidar lo que ese intruso ajeno a mi corazón ha hecho con él.

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No todo fue tristeza, también encontré unos con mensajes lindos, de una chica enamorada y optimista, que hablan del mundo con una gran conciencia de la belleza humana y con un sentido desarrollado de la espiritualidad.  Toda esa fui yo o soy yo, pero no me reconocía, ahora reconozco porque me he moldeado de tal  manera.





4 comments:

Octavio said...

Siempre en la adolescencia ve uno las cosas con mas dramatismo, ciertamente uno es mas apasionado incluso con trivialidades. Recuerdo que yo cargaba mi copia de Así hablo Zarathustra como si fuera mi ipod.

Gaby BaldeneViL said...

No lo he leído aún. Pronto empezaré con Nietzche... pronto me refiero a este año jajaja.

Octavio said...

Leyendo Zarathustra no necesitas leer nada mas de Nietszche, es mi segundo libro favorito, pero si el que mas ha influido en mi, jajaja quizá demasiado en la adolescencia yo era el engreído que se la pasaba citándolo.

Por cierto me agrado mucho tu poema "emo Shakespeariano"

Gaby BaldeneViL said...

grazie