Cabecita loca

Hoy desperté, como diría Anne Frank "with down spirits", sin ánimos de sonreír, pesimista y triste. No podía tolerar el camino de regreso a casa, quería llegar corriendo a mi cama y cerrar los ojos y olvidarme de todo, pero en vez de eso, prendí la calefacción, la televisión, abrí una bolsa de carne seca y empecé a devorar con ansiedad, acto que me preocupó un poquillo, no quiero ser una de las tantas mujeres que recurren a la comida cuando están deprimidas... pero recordé que desde que me subí al auto, mi tripa imploraba por un bocado.

La verdad es que me siento estancada en la rutina y odio eso... por más rutinaria y predecible que pueda ser... cada cierto tiempo viene a mí la necesidad de un cambio drástico, así que mañana me rapo... no, not really.

He estado pensando mucho cuando veo a´compañeros casàndose y teniendo hijos, el pavor que eso me da, y no dejo de pensar que el amor y los hijos son un impedimento para cumplir metas, y se que no es correcto, pero no es tan fácil deshacerse de esta idea...

En fin, continuando con mi historia de amargura... decidí revisar el status en internet de mi visa laser, y al parecer ya la puedo recoger, por lo que cambió mi ánimo rapidamente aunque no quiero emocionarme hasta tenerla en mis manitas huesudas.

Volví a analizar mis raras emociones y recordé que aunque me queje, estoy cumpliendo todas las metas que me propuse y plasmé alguna vez en un papel mientras trabajaba en Sánchez, Aguilar y Esquer (despacho de abogados). Lo he ido cumpliendo paso a paso, lenta como tortuga pero lo he hecho, y el paso que sigue en esa lista en comprar un carro.  Compra que he postergado tanto, no por decidia sino por gastos primarios y situaciones familiares y alimenticias :D, pero se que lo haré.

Persistencia es mi tercer nombre  :D