Era de madrugada, tú acostado y yo pasando las palmas por tu pecho sin tocarte. Intenté transmitir mi energía, pero sólo absorbí la tuya. Mis manos temblaban y se sintieron debililitadas, era tanta... que atravesó mi mano y me hizo sangrar. Ahora creo que traje a casa tus penas y aún las siento en la espalda y cuello... O tal vez fuiste tú quien intentó curarme y despertaste mi vibra enferma para que saliera.
Me sentí comprendida, como pez bajo el agua y ahora me entiendo más y se que no soy la única "loca" del mundo.
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