Las buenas noticias ajenas

Ayer llegó una mujer a la oficina que no conocía hasta ese momento. Nos presentaron y empezó a hablar de trabajo, pero en una breve pausa dijo: "aprovecho para decirles, ¿Qué creen? Estoy embarazada!" y todas las chicas: "¡Felicidades!"

Lo dijo con tanta alegría que no me contuve para abrazarla y desearle buena suerte, en serio me dio mucho gusto y eso que acababa de conocerla. Tenía una felicidad en su cara y además no podía dejar de hablar sobre ello de tanta emoción.

Ella tiene 32 y es su primer embarazo, tiene ya algunos años de casada pero comentó que no tenía ninguna prisa de embarazarse pero si planeaba hacerlo para el 2011 desde que se casó, y lo consiguió.

Esas noticias si dan gusto, enterarse de una mujer que está embarazada a los 32 y no antes de los 22 si da alegría. Tuvo tiempo para disfrutar sus 20's sin ninguna presión ni preocupación.

Ella es mi modelo a seguir. Good for her :)

en el ayuntamiento

¿"¡Por el bienestar de los trabajadores, sus derechos e intereses!"? Patrañas... ¿Cómo es que ha cambiado tanto el propósito? Se ha vuelto el nido de la gente mediocre y floja? Verdaderamente no entiendo porque la gente es así, por supuesto... estoy generalizando y se que no todos son así.

Qué vergüenza tener a gente en nuestra sociedad que se niegue a hacer su trabajo o participar en actividades que no son parte de sus obligaciones directas pero provechosas. Y eso pasa en cualquier sector: Eduación, Salud, Gobierno.... Dan ganas de llorar de pena cuando se invitan a los empleados a capacitarse, a actividades entretenidas y simplemente dicen que no porque no tienen ganas, y que no les pueden hacer nada porque son sindicalizados. O que enfermeras o personal médico en centros de salud no cooperen con lo que se les pide, porque no es parte de sus obligaciones.

Se sienten tan protegidos, tan poderosos, que pueden hacer (no tanto) y dejar de hacer. Parece que es una enfermedad... en cuanto se sindicalizan empiezan a echarse a perder, y webonear, entran al trabajo y se hacen los que trabajan hasta la hora de salida. Pero eso si! para armar zafarranchos, ahí si están, al pie del cañón, preocupándose para que les respeten sus derechos cuando ellos no responden ante lo que se les ha asignado.

Queridos servidores públicos, no sean flojonazos, lleguen temprano... su sueldo lo pagamos los ciudadanos e incluso ustedes mismos... llegar tarde y ser mediocre es una grosería para el pueblo.

Si algún día llego a formar parte de uno, no dejaría de cumplir con mis responsabilidades sólo por tener inmunidad.

(Repito: Siempre hay gente que si hace su trabajo y son casos excelentes)

Down going Up

Es tan raro todo esto, tanto que he querido expresar últimamente en este blog y no he podido... ya sea por falta de tiempo, exceso de sueño y mis prioridades diarias.

He aprendido tanto de mi hoy que estoy sorprendida... Me han llovido pequeños granizos, y aunque no duelen si me han atolondrado.

Hoy desnudaron mi alma, toda mi esencia se delató con tan sólo unas pocas palabras mías. No sabía que tanto de mi forma de ser se debiera a algo que me ha venido dañando desde que tengo memoria pero no lo había percibido. Esa es una que me hizo sentir muy vulnerable y preguntarme si en realidad son tan obvios mis defectos.

Otra es que cada vez me encuentran más defectuosa. Un achaque por aquí, una anormalidad por acá, una visita a este médico, luego a aquél, regresar con el primero, luego otro. Todo sea por la salud. Prohibido el alcohol (fácil), el azúcar (¡Nooo!) y un embarazo (¡ni al caso Doctor!) y ser disciplinada con el tratamiento.

Estoy en una bajadita en mi onda (de vida), lo que le sigue es una subidita. Talvez si sano el alma, sanará el cuerpo :)

New Gaby in process...

Defiance

keeps me strong

Sin regreso

Yo quisiera hoy contemplar las estrellas… tú y yo apuntando hacia ellas desde otro planeta, mientras descansamos sobre ese suelo que parece arena de oro, tan cálido y reconfortante como tus brazos.

Quiero verlas llover a montones y escuchar el sonido de la oscuridad sin tener que dirigirnos la palabra… los dos ahí tirados con los ojos abiertos esperando que nos ciegue el sol hasta haber rotado enteramente, no quiero besos ni quiero caricias sólo a ti a un lado de mí.

Oye principito caminemos un poco hasta empezar a flotar… ¿Sabes que comienzo a creer que cualquiera cercano a ti pierde su gravedad? Yo he perdido el piso por ti, por ello te pido que tomes mi mano con vehemencia, que es tanta mi ligereza que podría llevarte conmigo y sí sucede no pretendo regresarte tu libertad. ¡Huye principito! Antes de tenerte cautivo… ¡Huye! Qué pierdo la cabeza por ti.