Recuerdo el día en que conocí el mundo... alguien me lo presentó a los 19 años. Me tomó de los brazos y me sacudió muy fuerte mientras me gritaba: "¡El mundo no es de color de rosa, así como te lo imaginas, no seas ingenua!"
Lentamente me fui deshaciendo de eso que tanto le molestaba, la ilusión y fé en las personas. A su lado conocí a un centenar de gente dedicadas a todo tipo de oficios corruptos, peligrosos y nada éticos. Puede que algunas veces, tales personas no tenían nada que ver con nosotros, pero otras sí.
A lo largo del trayecto conocí:
-Sobornos, prepotencia, abuso de autoridad y de palancas con amistades en puestos públicos.
-Amenazas.
-Importación "chueca" de autos.
-Escoltas de un político que en su tiempo libre me llegaron a seguir como favor a su amigo.
-Supuesta interferencia de llamadas a mi teléfono (no comprobada).
-Negocio de tables y otras cosas.... (ah pues después de la existencia del Velouria, casi lo hacían table, pero no hubo inversionistas, hasta permisos tenían, arquitecta y todo el business jaja).
-Dinero desaparecido de una sociedad de alumnos universitaria o de eventos estudiantiles.
Esos son la mayoría de los temas que llegué a conocer indirectamente.
Agradezco a "alguien" por la infinita sabiduría que me transmitió de cómo no debo ser. Y sobre todo, gracias por salir de mi vida sin cambiar mi esencia.
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